No hay nada escrito, la suerte lo es todo. Al menos en esta película donde un tenista retirado del circuito profesional, instructor en un exclusivo club londinense, encuentra la ocasión de escalar socialmente, hacer fortuna y cumplir todas sus ambiciones de ser alguien en la vida. Pero aparecen la tentación y la pasión en la forma de una mujer, nada más y nada menos que Scarlett Johansson!!! El protagonista despierta simpatía en el espectador desde el principio. Pero quien alguna vez haya sido infiel inevitablemente sentirá una afinidad especial con el personaje y así mismo sufrirá con las complicadas situaciones de angustia y suspenso que generan el engaño y las mentiras. Como en la vida real. La película es elegante y está muy bien lograda, los diálogos y las actuaciones se mueven en torno a detalles que dan vida a la historia. Es para verla varias veces, pero la primera siempre será la más sufrida.