Esta es de esas películas que merecen ser vistas pero que pasaron totalmente desapercibidas en las carteleras. Un hombre del común, divorciado y atrapado en una vida rutinaria vive amargado y se desespera con esos elementos de la sociedad que hacen que parezca que la civilización dejó de ser civilizada. La gente ignorante y superficial que no se despega de la televisión basura, realities que hacen apología a la chabacanería, vecinos desconsiderados, adictos a las redes sociales, consumidores de telemarketing, reguetoneros y un largo etcétera de personas repelentes sobre las cuales tiene violentas fantasías homicidas. Un día es despedido de su trabajo y diagnosticado con una enfermedad terminal por lo que decide pegarse un tiro. Pero se da cuenta que no tiene nada que perder así que piensa porqué no ajustarle cuentas a uno de aquellos indeseables? casi sin darse cuenta se embarca en una cruzada de limpieza social junto con una inesperada cómplice de 16 años que comparte su visión. Es una comedia que hace una crítica brutal a la sociedad contemporánea mediante un humor macabro y que hace fácil identificarse en algunas cosas con los protagonistas, al punto que uno se pregunta hasta qué punto se justificarían sus acciones y si sus víctimas son realmente víctimas. Puede que viéndola más de un espectador descubra a su sicópata justiciero interior.