Aunque tiene todo para ser un éxito, comparada con la novela de Thomas Cullinan, en la que está basada, o con la versión protagonizada por Clint Eastwood en 1971, esta película resulta buena solo para pasar el rato. Ambientada en la Guerra Civil de Estados Unidos se trata de un soldado del ejército del norte que está herido, lo encuentra una chica que lo lleva al colegio de señoritas donde estudia internada. El colegio está en el sur y por la guerra solo quedan unas alumnas y un par de profesoras que reciben al indefenso enemigo como si fuera carne fresca. Uno se creería de buenas encerrado con señoritas como Nicole Kidman, Kirsten Dunst y Elle Fanning, pero de eso tan bueno no dan tanto y las cosas se ponen raras. La película no es atrapante, es extraña, y además las partes nocturnas, que son más de la mitad de las escenas, son muy oscuras. Sofia Coppola quería un ambiente realista, pero parece que grabaron solo con la luz de las velas y a veces se siente como si uno se estuviera quedando ciego. Aún así vale la pena verla, aunque sea por el casting.