Después de un accidente automovilístico una chica despierta encadenada en un búnker subterráneo sin saber cómo llegó allí. El dueño del búnker es un gordo con una personalidad un poco perturbada que le dice que él la llevó allí para salvarla de un ataque que mató a la población. Allí hay otro hombre que cree haber sido salvado por el gordo. La trama gira en torno a si realmente hubo un ataque o el gordo los tiene secuestrados. Se presentan eventos que hacen pensar alternativamente que fueron salvados y que fueron secuestrados. La convivencia bajo la dirección del gordo es complicada y por momentos la película, sin ser mala, llega a ser desesperante. El ambiente claustrofóbico, la falta de certeza sobre qué es lo que está pasando y las rarezas del gordo mantienen una tensión constante. El final es tan retorcido como el resto de la película.