De vez en cuando hace falta ver películas como esta producción británica, una historia sencilla y entretenida que se mueve entre el drama y la comedia. Dos carácteres opuestos se encuentran y se hacen amigas. Emilia es una chica rebelde y brillante que llega a trabajar en la casa de Beth una ñoña a quien ayuda a ver el mundo desde una óptica diferente y de paso le altera la vida a su familia disfuncional. En la historia se abordan temas serios como el suicidio, el Alzheimer y cosas por el estilo pero aún así la película es positiva y refrescante. Todo el rodaje se hizo en la Isla de Man y los escenarios son excepcionales. Se merece un 10.