Esta película duró un par de meses en mi escritorio antes de que me animara a verla. Me interesaba sobre todo por el premio a mejor director en Cannes 2016 y la actuación de Kristen Stewart, porque la idea del drama de una personal shopper y el mundo de la moda no anima a pasar más de una hora frente a la pantalla. Y efectivamente se trata del drama de la personal shopper de una celebridad que se la pasa de compras en París y Londres. Incluso hay una breve aparición de Karl Lagerfield. Pero la cosa es interesante porque la chica en cuestión es médium. Cosa que, en la película, a todo el mundo le parece normal, como si se tratara de ser zurda o miope. Su hermano gemelo, que era más médium que ella, murió unos meses atrás. Ambos se habían hecho la promesa de que el primero que muriera se comunicaría desde el más allá. Mientras ella espera el contacto reparte su tiempo entre el mundo de la moda y algunas experiencias paranormales: manifestaciones, apariciones, vómitos de ectoplasma... lo cotidiano para una médium. La cosa se pone rara cuando empieza a recibir mensajes de whatsapp de un desconocido que sabe demasiado sobre ella. En este punto no es muy claro de qué trata la película, si es de moda, fantasmas o suspenso. Pero es tal vez por eso mismo que uno sigue viéndola, porque no es muy convencional, pero básicamente es un thriller. La historia se vuelve impredecible pero se van resolviendo las cosas hasta un inesperado final. Final que no entendí y que además deja más preguntas que respuestas sobre otras partes de la trama. Queda una desagradable sensación de que uno se perdió una parte de la película o que simplemente se es demasiado estúpido para entenderla. Para mi consuelo no soy el único. He encontrado muchos foros y discusiones en internet donde se discuten el final y algunos giros de la historia. De pronto alguien llegue a entenderla del todo.