El crimen no paga. O por lo menos no en la mayoría de películas donde los malos mueren van a la cártcel o algo malo les pasa. Hay excepciones para los criminales light, que cometen sus fechorías sin violencia, no lo hacen por maldad y son gente muy simpática, como en el caso de Ocean's Eleven o La Gran Estafa. En Son of a Gun, película australiana basada en un criminal real y su cómpice, hay bastante violencia y maldad y el crímen si paga pero no de contado. Ewan Mcgregor hace el papel de un ladrón experto, aunque no convence como malo, que protege a un muchacho en la cárcel y después lo incluye en sus trabajos. Hay bastante acción y balaceras y suficiente suspenso por lo que resulta muy entretenida. Y la presencia de Alicia Vikander hace que valga la pena ser vista.