No es usual que una película de zombis haga parte de la selección en una edición del Festival de Cannes pero esta producción surcoreana lo logró y vale la pena verla. Los pasajeros del tren que va de Seúl a Busan quedan atrapados en medio del apocalipsis zombi y algunos de ellos están contagiados, entonces empieza la masacre y la lucha por la supervivencia en la que los humanos por salvar su vida pueden ser tan peligrosos brutales como los propios zombis. Los efectos son muy buenos, no toda la acción transcurre dentro del tren y hay hordas de muertos vivientes que corren como atletas olímpicos tras la carne humana fresca. La gente muere como chinches y la sangre no deja de salpicar la pantalla. Esta cinta puede convertirse en un clásico del género zombi.