Empecé a ver esta serie por curiosidad y pensando que no iba a pasar del primer capítulo, pero luego los ocho de la temporada me resultaron insuficientes. La trama se mueve entre el drama y la comedia sin que se la pueda encajonar. Todo ocurre en Venice Beach, Los Angeles, una comunidad de bohemios de un estilo muy posmoderno a los que solo les interesa vivir el momento. El líder es un tipo de unos 40 que tiene una tienda de muebles que casi nunca abre, no tiene carro sino bicicleta y ha dejado el alcohol por la combucha y sale con chicas de 20. Aunque a lo largo de la trama se va decubriendo la complejidad de su personalidad y su historia que mezclada con la de los otros personajes hacen una historia atrapante. La música es simplemente genial. Quienes ya la vieron están a la espera de la segunda temporada que anunció Netflix para 2017.