Aunque el título sugiere un melodrama romanticón vi esta película porque se basa en una obra de Kazuo Ishiguro (el autor de Lo que queda del día) y porque en ella actúa Keira Knightley. Y sí, es una historia de amor pero nada rosa sino que está enmarcada en un drama de ciencia ficción. En un futuro distópico se clonan niños y los crían y educan para que cuando crezcan sean donadores de organos. Parecido al argumento de La Isla, pero en este caso más humano y más profundo. Es interesante porque es poco convencional. Recomendado también el libro.