Esta es la primera serie sobre la que escribo en este blog. Y es para decir: !Que porquería! Si no la ha visto no pierda el tiempo haciéndolo. La historia gira en torno a una chica ciega que desaparece siendo adolescente y reaparee milagrosa y espectacularmente años después siendo adulta y con una visión de 20 sobre 20. Nadie sabe dónde estuvo ni qué le pasó y ella tampoco lo cuenta. Se sabe que estuvo secuestrada con más gente pero ella no le quiere decir nada al FBI. En cambio recluta a una profesora ñoña y a unos estudiantes de colegio a los que les cuenta la historia. Así uno descubre que ella, aunque era norteamericana, en realidad resulta ser rusa y fue raptada porque cuando niña murió en un accidente y resucitó. Hay un tipo medio loco que secuestra a cinco o seis personas que han tenido esa experiencia de morir y volver del más allá y las mantiene en un cautiverio bastante sádico en el que continuamente las mata para que revivan y estudiar el proceso. También les cuenta cómo volvió a ver y cómo se le escapó al loco y les dice que los necesita para hacer un baile coreografiado con el que va a liberar a los otros secuestrados. En este punto uno ya siente que está en un mal viaje de ácidos pasados. Pero uno espera que toda esa maraña se aclare y cobre sentido en un brillante y sorpresivo final. Y sorpresa! El viaje de ácidos se pone peor porque el final no tiene nada que ver con toda la trama. Y los personajes de los secuestrados, el sádico y otros más es como si no hubieran existido, no aparecen ni tienen velas en el entierro del desenlace. Yo creo que después de tanta basura a los escritores se les fue la historia de las manos y la terminaron con cualquier cosa y salen con que toda la serie fue un postulado posmoderno y que el final es de carácter hermenéutico, o sea que si uno no lo entendió es porque es bruto. Más o menos eso dijo la protagonista y co-creadora Brit Marling en una entrvista en la que le preguntaban por el absurdo final. Y ella respondió que el final quedaba abierto a la interpretación propia de cada uno de los espectadores. ¡Bullshit!